¿Puede la comida ser adictiva? ¿Qué significa ser adicto a la comida? Estos temas son objeto de gran interés y discusión entre los científicos en los últimos años, y han sido abordados por múltiples disciplinas médicas.
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La obesidad es uno de los factores de riesgo para desarrollar un síndrome metabólico cada vez más común. El síndrome metabólico es un conjunto de trastornos metabólicos que aumentan el riesgo de enfermedades del sistema cardiovascular. Se diagnostica por la presencia de al menos tres de las siguientes cinco afecciones médicas: obesidad abdominal, presión arterial alta, lípidos sanguíneos elevados, colesterol HDL bajo y metabolismo deficiente de la glucosa.
Dado que estas condiciones plantean un problema de salud pública, los expertos quieren saber si el concepto de adicción a la comida puede ayudar a comprender mejor y tratar mejor la obesidad y los trastornos alimentarios.
Alimentos adictivos
Según una investigación publicada en una revista profesional American Journal of Clinical Nutrition, los alimentos refinados que incluyen pan blanco, galletas, papas fritas y dulces contienen sustancias adictivas. Estos alimentos tienen una alta proporción de azúcares simples y grasas saturadas , y a menudo se complementan con sal y aditivos en cantidades que superan con creces las de los alimentos naturales como frutas, verduras y carnes.
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Los seres humanos anhelan evolutivamente los carbohidratos y las grasas. Sin embargo, a medida que aumenta el contenido de carbohidratos y grasas de los alimentos debido a los procesos de procesamiento, dichos alimentos pueden volverse cada vez más tentadores y provocar adicción.
El mecanismo del desarrollo de la adicción
El consumo de alimentos procesados es más eficaz para activar la parte del sistema nervioso relacionada con la recompensa en comparación con los alimentos mínimamente procesados, al igual que las sustancias adictivas. Sin embargo, a pesar de conocer las posibles consecuencias para la salud, la mayoría de las personas consumen cantidades excesivas de alimentos procesados. Esto conduce a una ingesta excesiva de energía y grasas, lo que puede resultar en el desarrollo de obesidad.
En un estudio de 2013, se examinó la asociación entre la dependencia alimentaria y la obesidad en la población general. Un total de 652 adultos de la población general participaron en el estudio. Los resultados mostraron que la frecuencia de adicción a la comida era mayor en personas obesas. Los parámetros que determinan la obesidad ( índice de masa corporal y contenido de tejido adiposo) fueron significativamente mayores en los adictos a la comida, en comparación con el grupo control. Además, los adictos a la comida ingirieron más energía de las grasas y proteínas.
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¿Puede ayudarnos el comprender la adicción a la comida?
Algunos científicos sostienen que el concepto de adicción a la comida no ha llevado al desarrollo de tratamientos nuevos y exitosos para tratar los trastornos alimentarios y la obesidad. Además, creen que tal concepto puede desviar la atención de la influencia de los factores ambientales en la lucha contra la pandemia de obesidad.
En su opinión, el rápido aumento de la obesidad es un reflejo de cambios dramáticos en el medio ambiente. Por ejemplo, en las últimas décadas, los niveles de actividad física han disminuido y cada vez pasamos más tiempo sentados frente a una pantalla. Los cambios profundos en la industria alimentaria han contribuido a aumentar la ingesta de energía, ya que se producen principalmente alimentos procesados muy sabrosos, baratos y fácilmente disponibles.
Además, señalan que solo una pequeña cantidad de personas obesas tienen síntomas de adicción a la comida. Es interesante notar que la adicción a la comida ocurre con mayor frecuencia en pacientes con anorexia. Estos resultados refutan la aplicación del concepto de dependencia alimentaria en personas con un índice de masa corporal elevado o en personas obesas.
Aunque aún no se ha llegado a una conclusión final sobre este tema, todos los científicos están de acuerdo en que la adicción en cualquier forma es un problema importante. Los mecanismos subyacentes a la adicción a la comida contribuyen al desarrollo de trastornos alimentarios y obesidad, y las prácticas de la industria alimentaria también contribuyen significativamente a este fenómeno.
Por el momento, de cara al futuro, los expertos señalan que se necesita más investigación para determinar si los alimentos procesados pueden ser realmente adictivos.
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