Conoce los mejores remedios caseros para el dolor de muelas

Conoce los mejores remedios caseros para el dolor de muelas

La mayoría de los problemas relacionados con caries, gingivitis o daños mecánicos en los dientes requieren una visita al dentista lo antes posible y una intervención profesional. Desafortunadamente, en la práctica, resulta que a menudo tenemos que esperar hasta varios días para una cita, y luego, en lugar de apuñalarnos con analgésicos, puede intentar aliviar la inflamación localmente con medios completamente naturales y seguros.

Sucede que los métodos para el dolor de muelas que se describen a continuación son tan efectivos que las dolencias desaparecen por sí solas. Sin embargo, no te engañes: si la causa del dolor es la caries, la pérdida de un relleno o el daño de un diente, el dolor volverá tarde o temprano, por lo que vale la pena visitar al dentista de todos modos. Solo la inflamación local de las encías o las dolencias relacionadas con la erupción de las muelas del juicio no siempre requieren intervención dental.

Entonces, ¿Cómo podemos tratar el dolor de muelas en casa?

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1. Aceite de clavo

Aceite de clavo

Para combatir el dolor de muelas y la mejor arma contra las infecciones dentales son los clavos, que contienen un compuesto llamado eugenol que actúa para aliviar el dolor, las bacterias y la inflamación. Para aliviar el dolor y reducir la infección, debe limpiar regularmente la encía y el diente adoloridos con un hisopo de algodón empapado en aceite de clavo. En ausencia de aceite de clavo, también puedes chupar clavos enteros en la boca.

2. Enjuague con sal

Enjuague con sal

Una solución tibia de agua hervida con sal ayuda no solo a la garganta, sino que también es un gran enjuague para la boca y tiene un efecto beneficioso en el alivio del dolor de muelas. La sal tiene un efecto antibacteriano y el enjuague en sí ayuda a reducir la hinchazón y eliminar el pus residual.

3. Aspiración de aceite

La succión de aceite es una técnica antigua para tratar la inflamación de la boca, derivada de la medicina tradicional hindú. Utilizado regularmente, previene eficazmente las encías y las infecciones de los dientes, ayuda a hacer frente a los olores desagradables de la boca y también blanquea perfectamente los dientes. Como contramedida, succionar el aceite puede reducir significativamente el dolor asociado con la infección en unos pocos días. Desafortunadamente, el proceso en sí no es agradable: toma una cucharada de aceite de coco o sésamo en la boca (preferiblemente con el estómago vacío) y enjuágate la boca durante 15 minutos, luego escúpelo.

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4. Ajo

Ajo

El ajo se denomina antibiótico natural por una razón: las sustancias activas contenidas en las espigas aromáticas (alicina, ajo) tienen fuertes propiedades antibacterianas y antifúngicas, lo que ayuda a curar muchas infecciones bucales. Aunque no es una terapia aromática, su eficacia supera con creces el malestar aromático temporal. Para aprovechar los beneficios del ajo, conviene masticar un diente varias veces al día durante unos minutos o aplicar una pasta de ajo machacado y sal directamente sobre la llaga.

5. Cebolla

cebolla

Al igual que el ajo, las cebollas, gracias a sus compuestos aromáticos, matan eficazmente las bacterias y así inhiben la inflamación de las encías y los dientes. Un trozo de cebolla recién cortada debe masticarse durante unos minutos o posiblemente mantenerlo en la boca donde sienta molestias.

6. Pasta de pimienta

Pasta de pimienta

Tanto la pimienta negra como el picante son conocidos por sus propiedades antiinflamatorias, antibacterianas y analgésicas. Preparar pasta de pimiento o pimienta y frotar con ella el área dolorida da resultados sorprendentemente buenos; en el caso de la gingivitis, incluso puede ayudar a eliminar por completo el problema.

7. Hielo

Hielo


En el caso de dolores muy molestos relacionados con la hinchazón e incluso la fiebre, las compresas de hielo pueden ser una buena solución para reducir la inflamación y aliviar el dolor. Se recomienda aplicar hielo (en un paño limpio o en forma de compresa de gel) en la mejilla incluso después de la extracción del diente. La única contraindicación son los nervios expuestos o la pulpa dental; en este caso, este remedio solo puede agravar los síntomas.

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