El estrógeno es la hormona sexual femenina. La hormona ha sido importante a lo largo de tu vida, pero realmente solo adquiere un papel protagónico durante el embarazo. Es indispensable para el crecimiento y desarrollo de tu bebé y para un entorno de vida óptimo en tu vientre.
¿Qué es el estrógeno?
El estrógeno es una hormona sexual femenina y una hormona del embarazo. Entre otras cosas, asegura el crecimiento del útero y la formación de buenos vasos sanguíneos dentro y alrededor de la placenta. También contribuye al crecimiento de las glándulas mamarias en tus senos. Fuera del embarazo, el estrógeno es importante para tu ciclo menstrual.
El estrógeno y tu ciclo menstrual
Al igual que la progesterona, el estrógeno es producido por el cuerpo amarillo (el folículo vacío del que sale el óvulo) en los ovarios y por las glándulas suprarrenales. Regula junto con la hormona progesterona tu ciclo menstrual. Al comienzo de tu ciclo, la glándula pituitaria, una pequeña glándula en tu cerebro, produce dos hormonas sexuales: hormona estimulante del folículo (FSH) y hormona luteinizante (LH). Estos estimulan el cuerpo amarillo (cuerpo lúteo) en los ovarios para producir progesterona y estrógeno. Luego, el estrógeno aumenta lentamente.
Tu período consta de dos fases: la fase anterior a la ovulación (fase folicular) y la fase posterior a la ovulación (fase lútea). El estrógeno está a cargo en la primera fase, hasta que se produce un pico alto. La gran cantidad de estrógeno en la sangre inhibe la liberación de FSH y estimula la liberación de LH. El aumento de LH resultante desencadena la ovulación. Después de la ovulación, el estrógeno en tu cuerpo disminuye y la progesterona adquiere un papel principal.
El estrógeno asegura que la membrana mucosa de la pared uterina se espese y se transforme en un entorno de vida ideal para el óvulo fertilizado. La membrana mucosa se prepara de esta manera para una buena implantación de un óvulo fertilizado. El estrógeno también mantiene la vagina flexible y estimula la producción de moco en el cuello uterino, lo que puede ayudar a que los espermatozoides naden hacia el óvulo. Junto con la progesterona, la hormona evita que maduren nuevos óvulos.
Si la fertilización no se lleva a cabo, el óvulo y el cuerpo amarillo perecen, el estrógeno y la progesterona en la sangre caen y el endometrio acumulado se descompone y rechaza nuevamente. A continuación, obtendrá tu período.
Estrógeno durante el embarazo
Si ha ocurrido la fertilización, el cuerpo amarillo continúa produciendo progesterona y estrógeno. Durante el embarazo, los niveles de estrógeno aumentan drásticamente. ¡Se produce aproximadamente 1000 veces más estrógeno que antes del embarazo! Este incremento se produce principalmente en el primer trimestre, tras el cual se estabiliza la producción.
Además de preparar el endometrio para la implantación, el estrógeno hace que tu cuerpo (y especialmente tu pelvis) sea más flexible y estimula el flujo sanguíneo y el crecimiento de tu útero. Esto le da a tu bebé suficiente espacio para crecer. Gracias al estrógeno, tu cuerpo almacena grasa y líquidos adicionales, reservas que puedes utilizar bien ahora que lleva un "pasajero adicional". Tu piel también está bien hidratada bajo la influencia de los estrógenos. Algunas mujeres le deben ese brillo radiante del embarazo a esto.
La hormona es responsable del crecimiento de vasos sanguíneos buenos dentro y alrededor de la placenta y el útero. Cuando la placenta es lo suficientemente grande, se hace cargo de la producción de estrógeno del cuerpo amarillo. Junto con la progesterona, el lactógeno placentario humano (HPL) y la prolactina, el estrógeno provoca el crecimiento de los conductos lácteos y las glándulas mamarias en los senos. Esto preparará tu cuerpo para la lactancia después del nacimiento de tu pequeño.
El estrógeno también estimula la producción de endorfinas, sustancias que suprimen el dolor. ¡Qué agradable cuando estás a punto de dar a luz! Finalmente, es indispensable para el desarrollo de tu bebé, porque controla la formación de ciertos órganos. Por ejemplo, es importante para el crecimiento y desarrollo de las glándulas suprarrenales de tu hijo y ayuda a iniciar la producción de hormonas de esas glándulas suprarrenales pequeñas.
Estrógeno y parto
Hacia el final de tu embarazo, la progesterona disminuye y el estrógeno y la prostaglandina se hacen cargo. La prostaglandina suaviza el cuello uterino. El aumento de estrógeno hace que tu útero sea más sensible a otras hormonas del embarazo como la oxitocina. La oxitocina hace que el útero se contraiga en un punto determinado: el inicio de las (pre) contracciones. Así es como el estrógeno prepara tu cuerpo para el parto.
Síntomas del embarazo debido al estrógeno
Hay muchas enfermedades del embarazo que se deben al estrógeno. Junto con la hCG, esta hormona te pone en una montaña rusa de emociones, tu estado de ánimo se dispara en todas direcciones. La hormona no solo te hace más sensible a otras hormonas, también hace que tu piel sea más sensible al sol. Esto puede provocar una máscara de embarazo. Debido a que tu vientre crece muy rápidamente bajo la influencia del estrógeno, se pueden desarrollar estrías. Además, las venas varicosas, las náuseas, el aumento del apetito y la pérdida del deseo sexual se deben al estrógeno para escribir.
Otros efectos del estrógeno
Durante el embarazo, notas muy bien que el estrógeno juega un papel importante en su bienestar emocional. Pero también afecta tu estado de ánimo más allá de eso. También alrededor de tu período y si entra en la menopausia en muchos años, el estrógeno influye en tu estado de ánimo y puede causar muchos cambios de humor.
Afortunadamente, también tienes algunos efectos agradables en tu cuerpo. La hormona protege tus nervios contra daños y asegura la fuerza de tus huesos. Además, el estrógeno es la hormona que, cuando eras pequeña, te aseguraba que tuvieras senos y características sexuales femeninas, menstruaras por primera vez y pasaras de niña a la mujer que eres hoy. ¡No es del todo insignificante para tu fertilidad!
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