El mundo moderno, lleno de facilidades, tecnologías y productos que facilitan la vida, también tiene su lado malo. Especialmente cuando se trata de nutrición y salud. A la hora de comer, muchos siguen en busca de estas facilidades y optan por lo más rápido, fácil y barato, sin saber que los villanos para la salud están ahí, escondidos en los envases de las góndolas del mercado o listos para consumir en el restaurante de la esquina.
Algunos
no lo saben, pero los villanos para la salud están en la letra pequeña de los
envases que usted (no) lee: el glutamato monosódico y las grasas trans, por
ejemplo, pueden estar ahí discriminados. Al elegir alimentos procesados e
industrializados, o al optar por condimentos ya preparados para la preparación
de platos, puede estar poniendo en riesgo su salud.
Ver también: Shitake, propiedades, cómo hacer y más sobre el hongo
Glutamato monosódico
No
se deje engañar. En los productos industrializados y los alimentos procesados,
este aditivo se utiliza en cantidades muy elevadas para "fidelizar" a
los clientes. Estas especias son los villanos de tu salud porque hacen que tu
plato sea más sabroso, pero pueden hacerte engordar e incluso provocar
enfermedades silenciosas como la hipertensión y la diabetes. El glutamato es
tóxico y excita el sistema nervioso central liberando acetilcolina y dopamina,
hormonas relacionadas con la memoria y el movimiento, lo que a largo plazo
provocaría enfermedades como el Alzheimer y el Parkinson.
El
glutamato monosódico también puede competir por la glutamina, un aminoácido
importante en la composición muscular, y por el GABA, un neurotransmisor que
ayuda a la concentración. Y como es un neurobloqueador del hipotálamo
(responsable de controlar nuestro apetito), aumenta el sabor de la comida y
hace que comas más y engordes. ¡Cuidado! La comida también es adictiva.
Grasas trans
Otro gran villano para la salud son las grasas trans. Presente en aceites vegetales, helados, galletas y batidos, por ejemplo, se desarrolló para dar un aspecto más bonito y una mejor consistencia a los alimentos, además de hacerlos más duraderos. Y es tan malo que ni siquiera las bacterias lo consumen. El consumo de grasas trans genera procesos inflamatorios que desregulan el organismo en su conjunto, lo que conduce a la obesidad, la artritis, las enfermedades cardíacas y otras enfermedades metabólicas.
Ver también: Matchá, el té que adelgaza más que el verde y es campeón en antioxidantes
0 Comentarios